Esta mañana como tantas otras,
como tantas mañanas parecidas,
he escrito una gran lista de tareas,
y así fuera imposible el olvidarlas.
Una tras otra, metódicamente,
todo lo que me falta por hacer,
todo lo que sin orden se acumula
con el letargo propio del invierno.
¿Te has fijado, por cierto, al mediodía
cómo del cielo gris se han desprendido
esos primeros copos de este año?
¿Y cómo poco a poco y desde lejos
se ha cubierto el espacio de blancura?
El sonido se pierde en algún sitio.
Se escapa por un túnel invisible
y se lleva prendidos los propósitos.
Francisco del Moral Manzanares