Sábado por la tarde. Las familias
aprovechan el día de descanso
para pasear un poco.
La calle peatonal, abarrotada
de quienes van y vienen por el centro.
Los jóvenes comprueban su belleza
en los escaparates de las tiendas,
disimulando, como si observaran
las últimas tendencias de la moda.
Los niños de la mano con zapatos
brillantes de charol y con hebilla.
Las madres se componen el peinado
luchando contra el viento imprevisible
que les hace perder esa sonrisa
pensada como ornato del saludo.
«Buona sera, signora». «Buona sera»
responde la vecina, comentando
los hechos importantes de la última semana.
Su marido
mira de reojo a todas las muchachas.
Discretamente gira la cabeza
mientras se va atusando la corbata.
Francisco del Moral Manzanares