Como en la noria llegan las alturas
llegan las ganas de querer ser otro
regularmente, cada cierto tiempo.
Y depende quizás del engranaje
y del peso preciso y del volumen
si antes o después, pero no falla.
Es a veces la Física la ciencia
de las palpitaciones y las dudas.
Hoy que me siento alegre y bien tratado
por este sol de otoño tan benévolo,
la risa mira al cielo de reojo,
como si no quisiera confiarse.
Al fin y al cabo (digo yo) es la rueda
el invento más viejo de los hombres.
Francisco del Moral Manzanares