Si lo que soy ahora y lo que quise un día
llegar a ser
se convirtieran hoy en dos personas
con nombres y apellidos diferentes,
a veces pienso
que tal vez se tratara en ese caso
de dos extraños de vidas tan distintas
que no conocería jamás el uno al otro.
Aún tengo la esperanza
de que, si por remota coincidencia,
alguien los presentara
o se cruzaran yendo por la calle,
pudieran contener sin gran esfuerzo
el desprecio del uno por el otro.
Francisco del Moral Manzanares