Eres la negra imagen de la pena,
que sale del toril para encontrarme,
ímpetu de varón que, por amarme,
bufando, sin parar, entra en la arena.
Se abre el telón que, ansioso, de madera,
llora barniz de luto en el gentío,
donde el viento, recóndito y tardío
mugido es de dolor que feneciera.
Timbales a tus pies, trotando el ruedo,
brillo en la esfera oscura de tus ojos,
música en el latir de tus ijares
hablan de amor, heraldos elegantes,
donde morir y descansar por siempre
la lucha y la pasión de dos amantes.
05.06.89 – Francisco del Moral Manzanares