Quiero sentir correr de nuevo el beso
que de tu boca sale presuroso,
sediento, juvenil, radiante, hermoso,
jugando por mi amor y mi embeleso.
Quiero sentir latir de nuevo el peso
que de tu cuerpo sale candoroso,
impuro, animal, feliz, ansioso
por suscitar pecado a su regreso.
Vuelve, por Dios, a mí, si no, me muero,
ahogando mi deseo en mi desgracia,
como un querer hacer en un no puedo.
Eres un canto en mi callada vida,
el aliento vital que me endereza,
no me mates así, ven enseguida.
02.11.88 – Francisco del Moral Manzanares