Manda silencio la espuma
de tu cabello.
Bocanadas del tiempo
hasta mi orilla.
¡Silencio!
Escuchar los instantes,
poco a poco. Con la tarde
a tu espalda.
Uno y otro, rompiéndose
despacio.
Con la tarde a tu espalda,
bocanadas del tiempo
hasta mi orilla.
25.01.90 – Francisco del Moral Manzanares