Personas hay a veces que obsesionan personas
quizás obsesionadas por otras más terceras,
las obsesionadoras en círculos que cierran
redondas obsesiones que ruedan y no paran.
Personas que bostezan y callan y defecan
y aburren a personas y pecan y chirrían
como puertas mal hechas por personas inválidas,
que valen a personas más quietas y felices.
Personas amarillas, personas rojas, verdes,
personas sin colores, azul o anaranjado,
personas con un algo pequeño que estremece
todas a otra persona, que vive porque atiende
al rumor más pequeño que otras personas dicen.
Personas ciegas, rotas, crujientes o crujidas
por la voz humillante de alguna otra persona,
personas sin caballo, personas galopantes,
que trotan tras la grupa vieja de otra persona.
Personas que lo saben todo sobre personas,
personas que no saben nada sobre personas,
personas que se callan y otras que se preguntan
por qué nos obsesionan las personas.
Francisco del Moral Manzanares