Tú más que nadie sabes
que la amistad se viste con alma de caballo,
porque galopa,
Y con alma de cielo,
porque truena a veces.
y con alma de río, porque se aleja estando.
Tú más que nadie sabes
que el corazón no late
sino que va corriendo
hacia ninguna parte.
Y que el amor no duele
sino que pesa tanto
que al alma le produce
una asfixia recóndita.
Por eso me complace
verte como el caballo
y como el río, que suena
y refleja en el cielo
su espuma blanca.
Maldigo que el planeta
quiera que, como el árbol,
te ates a tus raíces
y a la tierra sin agua.
Pero llegará el día
que mueras por el aire
y el viento encandilado
tus cenizas esparza.
Francisco del Moral Manzanares