Un día te encontraré sin que tú sepas
que acabo de encontrarte.
Habitaré tu verso y tu mañana,
me cubriré de pétalos de cielo, sentado en tu palabra
pronunciaré tu nombre, sin que ella
quiera inundar mi casa, y acabaré despacio
mi merienda.
La tarde empezará. ¡Qué ilusión
ser un yo mismo hasta la noche
o hasta la madrugada!
Francisco del Moral Manzanares